El pasado 9 de febrero se presentó en Barcelona un centro de excelencia Big Data, llamado "Barcelona Big Data Coe". Se trata de un centro tecnológico que ayudará a las empresas a realizar su transformación digital y diseñar estrategias de proceso que fomenten el conocimiento.
Hace tiempo, leí que los datos son el nuevo petróleo, un elemento muy codiciado que vale la pena filtrar y conservar.
Big Data no sólo se refiere al filtraje y difusión de datos de una organización que se pueden reutilizar para otros estudios, si no que responden al propio conocimiento de la empresa. Los datos son transversales, afectan y interesan a toda la organización, de ahí la importancia de categorizarlos.
Como ya dije, cuando hablé de nanotecnología o tecnología wearable, en un futuro muy cercano, los datos cada vez serán más precisos, individuales y personales, lo que obligará a una mejor regulación y estructuración de categorías para poder almacenar datos.
Otro de los retos a los que nos enfrentamos es la cesión y protección de datos, ya que cada vez serán más precisos y personales y los profesionales se valdrán de nuevos dispositivos tecnológicos con los que poder captar la información o que la aporte el propio usuario.
Con la llegada y desarrollo de la tecnología Big Data, se avecinan muchos cambios y muchos profesionales de muchos campos distintos para desarrollar esta industria.
