El uso de nanotecnología, ya sea en dispositivos como pulseras o relojes inteligentes, en tejidos o en todas aquellas aplicaciones que se puedan desarrollar en un futuro, conllevará una mayor transmisión de datos mucho más precisos pero sin contexto a no ser que se encuentren dentro de un campo de información, asociado a un valor o parámetro.
Pensando en las posibilidades que tiene la nanotecnología o nanociencia y en la transmisión de datos, se me ha ocurrido escribir este artículo para ver hasta qué punto la documentación o gestión de datos puede ser importante a la hora de ordenar y gestionar datos muy precisos.
La mayoría de datos que se gestionan a través de productos wearables, son particulares, de uso propio. Cada coordenada o dato es individual y particular, Con la proliferación de este tipo de tecnología será posible transferir datos propios a profesionales externos de cara a seguimiento o valoración de datos. Un ejemplo de este tipo de profesionales podrían ser médicos. En todo caso, habría que regular la cesión y protección de datos por parte de un particular a un profesional.
Manejar datos propios y reales puede ser una mejora para cualquier persona pero se hace necesario una ubicación de los datos, un contexto en el cual, los datos tengan sentido para que ayuden a mejorar nuestra vida. No deberían haber datos sin contexto. Quizás dentro de la nanotecnología, los documentalistas podemos tener un nicho de trabajo en cuanto a creación de campos de información donde poder ubicar y gestionar datos.
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